"La cuestión económica ha sido siempre fatal para la libertad creadora del escenógrafo. Yo recuerdo, en uno de los últimos films en el que yo actué como escenógrafo, que tenía como director inteligente a Santugini, que es decir persona de buen gusto y conocedor de buen cinema. Como debe ser, entre director y decorador existía un total acuerdo en nuestro mutuo trabajo. Yo había hecho unos decorados que cumplían las exigencias de la dirección, pero ¡ay! había hecho un presupuesto y el presupuesto subía a cuarenta mil pesetas. Me llamó la Producción y me dijo nada más que esto: «Ontañón, los decorados son preciosos, pero donde pone cuarenta mil, debe poner dieciséis mil.»
Se hicieron los decorados por esa suma y... ¡claro!..."
Santiago Ontañón: "Nueva estética del decorado",
en Nuevo Cinema, núm. 2, julio de 1938.
domingo, 17 de febrero de 2019
sobre la escenografía de una mujer en peligro
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