domingo, 26 de mayo de 2019
coproducciones y dobles versiones
Vietnam, 1954, al final de la época colonial francesa, cuando las guerrillas del Viet Minh estaban a punto de expulsar a los franceses. Una sección de infantería que ocupa un puesto de avanzadilla cercano a la frontera de Laos debe de retirarse de sus posiciones y atravesar un centenar de kilómetros de jungla ocupados por el Viet Minh. La sección está comandada por el teniente Torrens (Jacques Perrin) recién salido de la academia. Pero éste, con buen juicio, decide compartir sus decisiones de mando con el sargento Willsdorff (Bruno Cremer), un veterano de la Wehrmacht de la Segunda Guerra Mundial.
En su última etapa como productor, en la década de los sesenta, Benito Perojo se metió en más de un jaleo. Las coproducciones con algunos países de Europa permitían cobrar las ayudas en ambos países y, en ocasiones, bastaba con ser un poco creativo a la hora de montar los títulos de crédito de la versión española y tener un poco de picardía. Sangre en Indochina / La 317eme section (Pierre Schoendoerffer, 1965) se presenta como una coproducción franco-española entre Georges de Beauregard y Benito Perojo. El único intérprete español en un reparto francés y vietnamita o camboyano, es el gran Manolo Zarzo, en el papel del cabo de trasmisiones Perrin. En algún momento, apareció también Alfredo Mayo en un despacho, en una escena totalmente postiza, pero las autoridades cinematográficas españolas obligaron a Perojo a prescindir de ella porque no se ajustaba al montaje internacional.
En cuanto a los créditos, el más significativo es el de Roberto Bodegas como ayudante de dirección de Schoendoerffer; por supuesto, Bodegas jamás puso un pie en Indochina, aunque su lealtad a un productor que le permitía ejercer actividades de coordinación con la cúpula del PCE en Francia, le llevó a dar su consentimiento en estas operaciones fraudulentas. El comediógrafo y amigo de Celia Gámez figura como dialoguista, cuando su cometido real fue el de adaptador del diálogo para el doblaje en español. Miguel Tudela, hombre de confianza de Perojo, no ejerció de director general de producción, más allá de presentar la película a la censura.
Antonio Ramírez, que en la copia española aparece como montador principal, debió limitarse a editar la cabecera y a sincronizar la nueva banda de diálogo. Ni siquiera se suprimieron los planos de una mujer con los pechos desnudos o la escena en la que, a falta de morfina, se proporciona opio al sargento herido. La única alteración grave de los diálogos que hemos anotado -aparte de la suavización del lenguaje en el personaje del sargento Willsdorf (Bruno Cremer) y la alusión a su muerte durante la guerra de Argelia, con la que se cierra la versión francesa y ausente de la española.
Por lo demás, La 317eme Section está justamente considerada como una de las mejores películas bélicas de todos los tiempos y la fotografía en blanco y negro de Raoul Coutard es excepcional. España puede estar orgullosa de que este título figure en su filmografía, por más que los méritos para obtener la nacionalidad sean los de la marrullería.
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