Para el primer desembarco español en el Festival de Cannes, en 1951, se cuenta con un exiguo presupuesto y raudales de arrogancia. Un lienzo de José Caballero sirve de fondo modestísimo al stand español, aunando vanguardia y castañuela. La delegación nacional —encabezada por Jesús Suevos, jefe del Sindicato Nacional del Espectáculo, y Guillermo Reyna, secretario general de la Dirección de Cinematografía y Teatro— cuenta con el apoyo de Deslaw, quien ya había intentado poner en marcha un par de años antes una película a rodar durante la celebración del certamen titulada Je verrai le Festival. El ucraniano actúa como mediador con la organización y como explicador, al modo del cine mudo, que va glosando durante las proyecciones los incidentes de la trama en lugar de intentar realizar una traducción simultánea de los diálogos. Neville, que acude con El último caballo (Edgar Neville, 1950), oficia de cronista amateur del certamen y constata la pobre recepción de la selección española, presentada sin subtítulos, salvo en el caso de Balarrasa (José Antonio Nieves Conde, 1950), “con unos letreros tan mal hechos que provocaron risas”. Parecida ironía tiene el dardo dirigido contra Debla, la virgen gitana (Ramón Torrado, 1951), la única cinta que despierta el entusiasmo del público durante su proyección: “afortunadamente, sin letreros, la gente sólo entendió las canciones de Paquita Rico y las vistas admirables de Granada y para todo eso tuvo sus aplausos”. [Edgar Neville: “El Festival de Cannes visto por un director español”, en Cámara, núm. 201, 15 de mayo de 1951.]
Según informaciones facilitadas por Summa España Films ha quedado definitiva y extraoficialmente constituida una delegación representativa de España en la Bienal de Venecia, integrada por los productores don Cesáreo González, don Antonio Bofarull y don M. Herrero, asistidos por M. Eugene Deslaw y don José Sagré. España presentará dos filmes en el Palacio del Cine: Niebla y sol [José María Forqué y Pedro Lazaga, 1951] y La corona negra [Luis Saslavsky, 1951] que se proyectarán los días 3 de septiembre, por la tarde, y 4 por la noche, respectivamente. […] Se anuncia la asistencia al festival de las estrellas Paquita Rico, Ana Esmeralda y la pareja Rosario y Antonio, que actuarán en la recepción que dará la delegación española. El embajador de Italia en España asistirá a la inauguración de esta XII Exposición Internacional de Arte Cinematográfica, asumiendo la representación de España como país participante al magno certamen. [“Delegación y films españoles en Venecia”, en La Vanguardia Española, 26 de agosto de 1951. pág. 17.]
Acabó prestando sus conocimientos a las delegaciones españolas en el Festival de Cannes. Manolo Casanova, por entonces presidente del Sindicato del Espectáculo, le encargó organizar una cena, pero le dio escaso presupuesto. El pobre Deslaw tuvo que suprimir los pasteles. Casi lloraba al confiarme su queja: “Monsieur Casanova dice que pas de gáteux”. En esto quedaba su antigua vocación por la vanguardia. [Alfonso Sánchez: “Mi columna - En el túnel del tiempo”, en ABC, 16 de noviembre de 1980. pág. 39.]Otro suelto en Primer Plano [núm. 618, 17 de agosto de 1952.] aduce que Deslaw "no es únicamente un festivalier" y detalla tres proyectos que también se quedan en el papel. Uno de sus guiones, a rodar en la Costa Azul en septiembre de 1952, se titula L'assassin joue au Casino y debería de haber sido protagonizado por Paul Azaïs y una desconocida Katia Love. Además tiene listos otros dos libretos para rodar en España: Los Pirineos están aquí y la comedia La baladilla de los tres amores.
Sin embargo, el ucraniano no ha perdido en absoluto el interés por los nuevos desarrollos técnicos y su función expresiva. Él es uno de los principales valedores del procedimiento de color español denominado Cinefotocolor ante la industria internacional. A la presentación en Cannes de Debla, la virgen gitana, María Morena (José María Forqué y Pedro Lazaga, 1951) y Duende y misterio del flamenco (Edgar Neville, 1952), hay que sumar su aval para proyectar Debla en uno de los primeros congresos de Técnica Cinematográfica de Turín y la presentación de un informe sobre el sistema en “el primer Congreso de la Unión Europea de Técnicos Cinematográficos y de Televisión, organizado por el sindicato autónomo del cine francés. Asisten representantes de ocho países de Europa occidental. [“Congreso de técnicos cinematográficos”, en La Vanguardia Española, 10 de junio de 1953.]
Poco antes la revista Primer Plano [núm. 648, 15 de marzo de 1953.] ha publicado el testimonio gráfico del rodaje de Una gitana en Barcelona, con Mario Cabré y Conchita Ledesma, “realizada por Eugene Deslaw para Filmax y la televisión americana”.
ha hecho entrega al Sr. Deslaw, que presentó las películas españolas en el certamen, de cuatro banderines, de honor, a título de recompensa para el cine español. Los banderines están destinados a Alberto Reig, director de No-Do; a Cesáreo González, de Suevia-Films; a Aurora Bautista, por su interpretación en Condenados, y a Mur Oti, realizador de esta última película. [ABC, 28 de julio de 1955. pág. 32.]
El mundo negativo es al mundo positivo lo que el sueño a la acción. […] Todos los árboles del mundo, todos los ríos, todas las montañas, son en negativo, obras de arte todavía vírgenes. Basta con suspender la acción de la luz blanca —esa policía de los sueños que lo vuelve todo uniforme— para reencontrar su virginidad, esas fuentes de vida donde todavía no hay insipidez. El mundo negativo es un mundo encantado. El mundo positivo es un mundo al que estamos tan acostumbrados que ya no nos sorprende. […] Basta de luz blanca y anémica, de luz estándar. Pasemos a la luz negra, a la luz negativa. [“Eugène Deslaw nous parle de son film Négatif”, en Comoedia, 5 de marzo de 1931.
Las fotografías de Images en négatif (1955) muestran tableros de ajedrez, teclados de piano, una puesta de sol en el mar, los cisnes blancos del lago de Ginebra… Es decir, todo cuanto, por su propia naturaleza, invita a la inversión. De este modo, adquieren inusitada relevancia las “sombras blancas” y un paisaje helvético nevado se convierte en “la tierra negra de mi país, Ucrania”. El cine deviene un medio esencialmente poético.
Los grandes productores empiezan a comprender que hay películas que es necesario rodar en color y que hay temas que sólo se pueden realizar en blanco y negro. Mañana esos mismos productores comprenderán que hay escenas que están bien en positivo y otras que, presentadas en negativo, ganan mucho en interés. [La Tribune de Genève, 4 de octubre de 1956.]
Cannes (Francia). 11. — El productor español Eugenio Deslaw, ha presentado una película que, gracias a un cruce entre el positivo y el negativo, produce un efecto tridimensional sin necesidad de cristales especiales. La película, Visión fantástica, es un documental sobre España, de 45 minutos de duración y que ofrece ante todo el interés del nuevo procedimiento y de presentación del relieve. A veces se presenta un objeto en negativo, luego el positivo y luego solarizado. Visión fantástica, que no ha acudido al Certamen del festival, ha sido proyectada en el Cine Wow. Los especialistas y los críticos expresan gran interés por el nuevo proceso, si bien no lo consideran insuficientemente desarrollado para que se aplique en películas largas. [“El Festival Cinematográfico de Cannes: Presentación de una película española con efecto tridimensional”, en La Vanguardia Española, 12 de mayo de 1957. pág. 32.]La valoración del historiador Eugeni Bonet abunda en la excesiva duración del experimento:
Consiguió así imágenes sugerentes y poéticas a ratos, aburridas otros; a partir de fragmentos documentales la película (que obviamente peca de excesiva longitud) es un repaso a los hombres y tierras de España. Las distintas profesiones, deportes, folklores, campos y ciudades se suceden con resultado, como se ha dicho, irregular. [Eugeni Bonet y Manuel Palacio: Práctica fílmica y vanguardia artística en España (1925-1981). Madrid: Universidad Complutense, 1983. pág. 23.]
Lo de los “hombres y tierras de España” tiene que ver con la procedencia del material, cedido por No-Do. Avezado en técnicas de reciclaje y canibalización, como ya hemos visto, Deslaw aplica el procedimiento a un material preexistente, ahorrándose así el coste del rodaje. Trabaja para ello con uno de los técnicos de montaje en plantilla en el noticiario estatal, Rafael Simancas, y en el laboratorio de Berna con André Amsler, responsable de la solarización selectiva, que se habría logrado realizando...
disparos luminosos más o menos prolongados, durante el proceso de revelado [de modo que] se produjeran una especie de veladuras intencionadas que revistieran a las imágenes así obtenidas de una calidad irreal y fantástica. [José López Clemente: Cine documental español. Madrid: Rialp, 1960, pág. 92.]
Más interesantes resultan, desde el punto de vista estrictamente visual, las yuxtaposiciones de las aspas de un molino con el entramado de cables de una central eléctrica o las imágenes en negativo de una procesión a la luz de las antorchas, aunque nunca llegan a alcanzar la fuerza de Fuego en Castilla (José Val del Omar, 1960). En cuanto a la posible ironía política de presentar las imágenes en negativo de unos ejercicios de la Guardia Mora del Generalísimo, dejémoslo simplemente apuntado.
Visión fantástica no tuvo estreno comercial y su pase se limitó a sesiones de cine-clubes y al circuito de festivales europeos. El 25 de junio de 1957 se exhibe en una sesión del Cine-Club Madrid en la que se van a entregar los premios de la distribuidora Cinelandia. Completan la sesión Man of Aran (Hombres de Aran, Robert J. Flaherty, 1934), la práctica de fin de estudios de Luis G. Berlanga, El circo (1950), y el cortometraje premiado, Por el país de Alá (Constantino Díaz Villaamil, 1957). Para no agotar a los espectadores de la producción de Deslaw sólo se proyecta “una selección”, probablemente la última bobina. [“Cine-Club Madrid”, en ABC, 25 de junio de 1957. pág. 63.] La cinta habrá de esperar hasta 1982 cuando se proyecte hermanada con cintas de Ernesto Giménez Caballero en las sesiones programadas con motivo de la edición de Práctica fílmica y vanguardia artística en España (1925-1981), de Eugeni Bonet y Manuel Palacio.Es necesario no sólo una síntesis visual del mundo (mediante el montaje de imágenes), sino también una síntesis sonora (mediante el montaje o más bien una composición atractiva y un tanto irreal de sonidos absolutamente realistas). […] He intentado que el sonido exprese el “más allá psíquico” de las imágenes de las que disponía. O sea, que a menudo he separado las imágenes de los sonidos realistas que las acompañan y los he sustituido por otros sonidos, intentando crear un para cada plano un ambiente sonoro adecuado. [Cinémonde, núm. 132, 30 de abril de 1931.]
En su repaso del cine documental más esquivo, José López Clemente, miembro de la plantilla de No-Do, anota el siguiente juicio crítico:
En Visión fantástica desfilan tierras y distintos aspectos de España. Es un caleidoscopio de campos, industria, deportes, toros, baile regionales. La calidad de la solarización es variable. Algunos planos de este desfile son de delicada belleza y sugestión, como los de los molinos de viento y las pasadas de balandros y veleros por el lago de Bañolas y la Albufera valenciana; otros nos ofrecen paisajes y vistas de castillos con calidad de grabado. Las escenas de toros son de las más conseguidas y, especialmente, los planos de Manolete toreando aparecen revestidos de un halo poético que convierte al famoso torero en una auténtica y sorprendente aparición. Otras escenas, por el contrario, no ganan nada con el solarizado, ni en realización material ni en poder de sugerencia. [José López Clemente: Cine documental español. Rialp, Madrid, 1960. pág. 197.]
Deslaw apareció por España en los años cincuenta, ya abandonado de sus vanguardias. Quiso realizar aquí un filme de vanguardia, no se había enterado de que estábamos en los años cincuenta. [Alfonso Sánchez: “Mi columna - En el túnel del tiempo”, en ABC, 16 de noviembre de 1980. pág. 39.]
Bibliografía:
Eugeni Bonet y Manuel Palacio: Práctica fílmica y vanguardia artística en España (1925-1981). Madrid: Universidad Complutense, 1983.
Lubomir Hosejko: Ombre blanche - Lumière noire: Eugène Deslaw. Les Cahiers de Paris Experimental, núm. 15. París: Centre Pompidou, 2004.José López Clemente: Cine documental español. Madrid: Rialp, 1960.
Irina Matiash: “Eugene Deslav: Famoso representante del cine de vanguardia europeo y desconocido historiador de la diplomacia”. Instituto de Investigación de Asuntos Ucranianos, 2008. [en ucraniano]
Esteve Riambau y Casimiro Torreiro: Guionistas en el cine español: Quimeras, picarescas y pluriempleo. Madrid: Cátedra / Filmoteca Española, 1998.Jaroslaw Zurowsky: “Ievhen Deslav: A Forgotten Ukrainian Filmmaker”, en Journal of Ukrainian Studies, núm. 17, invierno de 1984.
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