domingo, 21 de junio de 2020

dobles repartos, tomas alternas y stripteuses


En otras ocasiones hemos mencionado estas dobles versiones, bastante habituales en el cine criminal catalán por mor de las coproducciones con Francia, ya fueran éstas oficiales o extraoficiales. Traemos hoy a colación algunos ejemplos de las mismas, con doble repato o con escenas añadidas en la versión internacional...

Cita imposible / Panique au music-hall (Antonio Santillán, 1959) recibió financiación transpirenáica de Eurociné por lo que hubo doble versión, con Claudine Dupuis en el papel de la mujer excarcelada que en la española interpretaba Josefina Güell. Las escenas en las que aparece Rosario (Güell / Dupuis) se ruedan mediante el sistema de tomas alternas, toda vez que la película se va a doblar en cada uno de los dos idiomas.


Hacia el minuto veintitantos, cuando Rosario recibe una llamada para que acuda a una cita nocturna en un chalé donde le entregarán unos papeles que prueban su inocencia, la versión francesa incluye un número musical protagonizado por Mercedes Monterrey que no figura en la versión española a pesar de su recato. Acaso porque, como decía Mihura, las mujeres por entonces en el teatro y en el cine no tenían piernas.

 

La diferencia entre ambas versiones es de dos minutos. Bastante menos que en La melodía misteriosa / Ce soir les souris dansent (Juan Fortuny, 1956), con un reparto único encabezado por la cantante francesa Mick Micheyl,  la starlette Dany Carrel y el suizo Howard Vernon. La versión francesa tiene cuatro escenas más —en las que interviene Dany Carrel— y algunas secuencias con algo más de metraje. Un plano de la protagonista vistiéndose tras un cristal traslúcido o un casto beso en los labios vuelan por arte de birlibirloque en la versión española. A cambio, ésta añade una escena antes del flashback para sembrar alguna pista en el rompecabezas del whodunit que constituye el armazón argumental.


Lo mismo ocurre con No temas a la ley / Le cave est piégé (Victor Merenda, 1963), de nuevo con Dany Carrel —ahora como intrépida secretaria— y producción de la Eurociné de Marius Lesoeur, aunque en esta ocasión la entidad coproductora sea la madrileña Dabe Films. De nuevo se trata, más que de una doble versión, de una copia con los títulos de crédito alterados y severamente censurada, algo que la empresa española debía de dar por descontado...


La escena en que el protagonista (Franck Villard) acompaña a su casa a la joven a la que acaba de atropellar (María Mahor), tiene varios cortes evidentes que sirven para escamotear las réplicas que ella lanza desde la ducha. Por cortar, en este bloque se corta incluso un inserto de un retrato de ella con el busto desnudo.


Más adelante, cuando el hombre huye de la policía, no encuentra mejor refugio que el apartamento de una prostituta. Vemos incluso cómo le paga su tarifa en plena calle, pero en la versión española toda la noche se reduce a un plano en el que contempla la calle desde la ventana.


Nada que ver, en cualquier caso, con lo que Iquino perpetró en Juventud a la intemperie / Les insatisfaits (Ignacio F. Iquino, 1961), en cuya versión española la muy publicitada Rita Cadillac se limita a cantar un chachachá en La Barra Roja y otra canción en francés en el garito de Mauricio.


Rita Cadillac, nacida en París en 1936 con el nombre de Nicole Yasterbelsky, fue bailarina del Crazy Horse y apareció en una decena de títulos entre mediados de los años cincuenta y principios de los sesenta. Grabó también algunos discos con canciones de sugerentes títulos como Ne comptez pas sur moi (pour me montrer toute nue) o J'ai peur de coucher toute seule. Por supuesto, la Cadillac tenía más papel en el montaje para el extranjero, de ahí que algunas fuentes consignen 97 minutos de duración cuando la copia española sólo alcanza los 87. Los números de estriptis se rodaron en la sala de fiestas que el director-productor regentaba en Castedefells. El propio Iquino explicaba así la operación:
Estaba en París y en el Crazy Horse había una tipa que se llamaba Rita Cadillac. Maravillosa señora. La conocí una noche, la metí en un coche, me la traje a Barcelona y a rodar. Empezamos sin pedir permiso. Esta señora era una srtripteuse. En aquella época la gente se ponía muy nerviosa con el strip-tease. Hicimos una versión para el extranjero y, naturalmente, la vendimos a todo el mundo. [Ángel Comas: Ignacio F. Iquino, hombre de cine. Barcelona, Laertes, 2003, págs. 199-202.]

El título inglés The Unsatisfied podría encajar en la versión española, pero el italiano
La regina dello strip-teaseresulta incomprensible a la vista de la copia estrenada en el cine Fémina de Barcelona en septiembre de 1961, donde apenas lucía la hermosa “carrocería” de la Cadillac.

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