domingo, 13 de junio de 2021

vajda británico


 

 

  A Jacob, de nuevo

Nuestra comprensión de la filmografía de Ladislao Vajda se reduce, en la práctica, a poco más que el puñado de películas que dirigió en las décadas de los cincuenta y los sesenta con producción española. Algunos títulos de los cuarenta rodados a caballo entre España y Portugal nos permiten completar algo el cuadro de su trabajo en la península, pero los contratiempos idiomáticos nos impiden evaluar plenamente las películas que rodó en Alemania inmediatamente después de El cebo / Es Geschah am hellichten Tag (1958) —editadas en DVD al estar protagonizadas en su mayoría por el popularísimo Heinz Rühmann— ni las que realizó en su Hungría natal mediada la década de los treinta, publicadas en línea hace unos años por el archivo cinematográfico húngaro sin subtítulos. A la espera de que el Espíritu Santo nos conceda el don de lenguas, intentaremos saciar nuestra curiosidad con un acercamiento al Vajda ítalo-británico, del cual hemos podido ver The Golden Madonna / La madonnina d'oro (Ladislao Vajda y Luigi Carpentieri, 1949). Hasta hace poco era una película perdida, inluida entre las más buscadas por el Brtish Film Institute.


Como ya hemos visto en alguna otra ocasión, Ladislao Vajda nació en Budapest en 1906. Su padre era el célebre guionista Ladislaus Vajda y él empezó a trabajar como montador a muy temprana edad, primero en Hungría y luego en Alemania. Su primera incursión en la realización tiene lugar precisamente en Reino Unido. Allí codirige Where Is this Lady? (Victor Hanbury y Ladislao Vajda, 1932), la versión inglesa de Es war einmal ein Walzer (Érase una vez un vals, Victor Janson, 1932), una película con guión de Billy Wilder que ha montado en Alemania. Se incorpora así a la práctica de las multiversiones, terreno en el que se convertirá en un auténtico especialista.

En 1936 regresa a las islas para dirigir Wings over Africa (1936) y Wife of General Ling (1937). Las dos son quota quickies ambientadas en parajes exóticos y rodadas en los estudios Shepperton, en Surrey. También tienen en común que en los libretos participa el húngaro Akos Tolnay, con el que Vajda volverá a coincidir en Italia en el cambio de década, antes de tener que abandonar el país debido a su condición de judío y a la poca gracia que a Mussolini le ha hecho la versión previa a censura de La congiura dei Pazzi / Giuliano de' Medici (Conjura en Florencia, 1942). Tras su paso por España y Portugal, como indicábamos en el párrafo inicial, Vajda se inserta de nuevo en la producción británica, pero con rodajes en Italia. Parece que las figuras clave en la incorporación de Vajda al proyecto son el productor John Stafford y el libretista Akos Tolnay, responsables de los dos títulos anteriores y muy activos en Italia en la posguerra, cuando ponen en marcha la Industrie Cinematografiche Associate Internazionale para producir Teheran (William Freshman y Giacomo Gentilomo, 1946).

La primera cinta del lote es Call of the Blood / Il richiamo del sangue (John Clement y Ladislao Vajda, 1947), codirigida por su protagonista. Vajda declara por entonces en la revista Cámara que se trata de una producción Alexander Korda, asociado con Stafford: "Tenemos más de treinta días de exteriores en Sicilia y queremos obtener una gran película, que pueda competir con las de Mr. Rank, actual acaparador de la pantalla británica". [A Alfredo Tocildo, en Cámara, núm. 102, 1 de abril de 1947.] Las razones quedan expuestas por Paco Llinás en su monografía sobre Vajda:

En los créditos no aparece el nombre de Alexander Korda, pero no se puede descartar su participación, quizá financiera, en una época en la que los rodajes norteamericanos y británicos en Italia aparecen muchas veces revestidos de confusión. Hay que recordar que, en aquellos momentos, la salida de divisas estaba contingentada en Italia y otros países europeos, y que los productores anglosajones tenían a veces gran cantidad de capital bloqueado. Los rodajes en Italia, aparte de favorecer un notable abaratamiento de la mano de obra, permitían  invertir esos capitales, para recuperarlos después en el mercado local. [Francisco Llinás: Ladislao Vajda, el húngaro errante. Valladolid: Semana Internacional de Cine, 1997, pág. 75.]

Se trata de un drama de ambiente siciliano con final trágico interpretado también por Kay Hammond, la segunda mujer de Clement, y por la parte italiana, por Lea Padovani y Carlo Ninchi. En Italia pasa censura el 9 de julio de 1947.

Ese mismo año, Arthur Rank compra Gainsborough Pictures. Una de sus principales estrellas es Phyllis Calvert, que se ha convertido en una de las actrices más taquilleras gracias a sus melodramas de época en el estudio. El cambio de propiedad propicia la aventura americana, pero ésta resulta insatisfactoria y Calvert decide coproducir una película en Italia. 

Foto de rodaje de La madonnina d'oro en Italia, en Primer Plano, núm. 439, 13 de marzo de 1949.

The Golden Madonna / La madonnina d'oro presenta a Phillys Calvert como una mujer moderna. Patricia acaba de heredar una villa en Italia y la guerra ha dejado heridas indelebles en ella. Entre los objetos inservibles que ordena quemar al criado hay una copia de un cuadro de la escuela flamenca. No es ése el que busca el cura del pueblo (Aldo Silvani), sino una Virgen de la que el pueblo es muy devoto y a cuya ausencia de la iglesia achacan la prolongada sequía y las malas cosechas. La llegada del capitán Christie (Michael Rennie) podría poner fin a tan angustiosa situación porque él mismo escondió el cuadro. Pero la moral de Patricia se desmorona cuando se entera de que Christie hizo ocultó la imagen pintando sobre ella. El descubrimiento de que el criado ha vendido el cuadro a un anticuario (Franco Coop) pone en marcha una carrera para recuperarlo que llevará Patricia y al capitán hasta Nápoles y Capri. Durante el viaje se pelearán y reconciliarán una y cien veces y, sobre todo, entrarán en contacto con un sinfín de pícaros que pululan por la Italia meridional. 

Más allá de este esquema un tanto manido que pone al día la comedia romántica en escenarios exóticos o turísticos, nos interesa señalar un par de detalles que remiten al resto de la filmografía de Vajda, a pesar de que éste no interviene para nada en el guión. El primero es la presencia prominente de los niños en la aventura, al principio en bandada y como amenaza, pero luego individualizado en el típico “scugnizzo” napolitano (PIppo Bonucci) cuyo carácter de antecedente del Pablito Calvo de Mi tío Jacinto / Pepote (Ladislao Vajda, 1956) es evidente.

 

El segundo es la planificación de la escena del pueblo dirigiéndose a la villa en busca del cuadro de la Madonnina, idéntica en composición, ya que no en intención dramática, a la del enfrentamiento de Matthai con los lugareños que pretenden linchar el buhonero al principio de El cebo.




La última película británica de Vajda es The Woman with No Name (La mujer sin nombre, 1950). Coproduce por la parte británica Independent Film Producers (IFP), en tanto que la parte italiana es asumida por Manderfilm, la empresa que había intervenido también en Call of the Blood. Si The Golden Madonna remitía en el título a Madonna of the Seven Moons (La Madonna de las siete lunas, Arthur Crabtree, 1945), uno de los más señeros títulos de Calvert en Gainsborouh Pictures, The Woman with No Name lo hace en el clima de suspense “psicológico” de aquélla.

El rodaje tiene lugar en septiembre de 1949. Antes de partir hacia Reino Unido, Vajda pasa unas semanas en Torremolinos con su familia. De paso por Madrid, es interrogado sobre las posibilidades de coproducciones hispano-británicas:

Todo es posible. Pero hay que tener en cuenta que en Inglaterra una película se considera extranjera en cuanto hay una escena rodada en un estudio no inglés. El problema es, pues, hacer una cita con interiores en Inglaterra y exteriores en España. Y en esto... quién sabe. [Pío García: "Ladislao Vajda en Madrid", en Primer Plano, núm. 457, 17 de julio de 1949.]

Finalizada la película, Stafford se presenta en Madrid para valorar esta colaboración. Vajda le sirve de inérprtete cuando Pío García le pregunta por unos proyectos que nunca llegarán a concretarse. [Pío García: "John Stafford en Madrid", en Primer Plano, núm. 527, 19 de noviembre de 1950.]

Producción estrictamente britanica, The Woman with No Name pasa censura en agosto de 1950 y se estrena en Londres a finales de año. En Italia no obtiene el "nihil obstat" hasta 1952 con el título de Il segreto della porta chiusa. A España llega en 1953, con distribución de Estudios Chamartín. La crítica reprocha a la cinta su tópico argumento de la mujer amnésica, pero destaca la labor del realizador:

Ladislao Vadja, distinguido director húngaro que ha intervenido en diversas creaciones del cine español, proporciona a ésta todos los valores dimanantes de su pericia: el ritmo —salvados aquellos pasajes en que el argumento no da para más— se sostiene con nervio, los encuadres son en algunos casos francamente notables y se introducen en contados momentos unas pinceladas emotivas de tipo visual que merecen elogioso recuerdo. [P. Voltés, en La Vanguardia Española, 11 de junio de 1953, pág. 20.]

Phyllis Calvert volvió a brillar plenamente en el cine británico con Mandy (Alexander Mackendrick, 1952) y Vajda consolidó durante estos años su posición en Chamartín con la producción de Vicente Sempere, la colaboración literaria de José Santugini y el estruendoso éxito internacional de sus películas con Pablito Calvo. En 1954 obtuvo la nacionalidad española.

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