La fotografía en escenarios naturales de los Montes de León y los Picos de Europa, firmada por Manuel Berenguer -que ya ha rodado en estos paraje Un hombre va por el camino (Manuel Mur Oti, 1949)- es uno de los puntos fuertes de la película. A pesar de las expectativas que había despertado,
no se estrena en Madrid hasta 1962, siete años después de su realización. Se había presentado en el Cine-Club Monterols el 25 de marzo de 1956 acompañada de una conferencia de Lazaga sobre la dirección cinematográfica y, cuando se estrena en Barcelona, unos meses más tarde, el anónimo recensionista de La Vanguardia escribe:
Hay un cine llamado puro que resulta frío o lastrado por una excesiva recreación en la belleza plástica y en el estatismo. Conviene puntualizar que este no es el cine que ha hecho Pedro Lazaga en Cuerda de presos, donde hay sentido de la medida y del ritmo narrativo y se otorga el debido valor a la acción por la acción, aun cuando recoja la película el proceso introspectivo de tres hombres que van de camino, unos con la pesada carga de una misión y otro con la de horribles culpas. [La Vanguardia Española, 6 de septiembre de 1956, pág. 19.]Entre estas dos películas, Lazaga ha supervisado el rodaje de Fantasía española (Javier Setó, 1953) en su único contacto con la productora de Iquino. y ha escrito el argumento y preparado el rodaje de La alegre caravana (Ramón Torrado, 1953), aunque finalmente no es él el elegido por Cesáreo González para llevar adelante el proyecto.
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