sábado, 23 de julio de 2016

tiempo después

 Publicado originalmente en www.srfeliu.es el 15/04/2015

Tiempo después es tiempo después de Total, Amanece que no es poco y Así en en el cielo como en la tierra. Pongamos que dentro de siete mil y pico años. Toda la humanidad se ha visto reducida a habitar en un único rascacielos. Cual nueva arca de Noé en el Edificio Mundial hay tres representantes de todos los oficios y condiciones: barberos, guardias civiles, marinos, religiosos... Eso sí, sólo hay un rey: el Rey del Mundo. Y decía que todos y tampoco son todos-todos, sino todos los que tienen oficio o beneficio. El resto, los desposeídos, los menesterosos, habitan en un poblado chabolista a escasa distancia del edificio principal. La entrada en el edificio de uno de ellos para vender limonada provoca una conmoción de consecuencias inesperadas que desembocará en una revolución en toda regla.

La primera novela de José Luis Cuerda nos sitúa en terreno conocido. El marco es nuevo, ajeno al ruralismo de las tres entregas anteriores. También la acción colectiva. Pero la estructura episódica y dialógica de la narración no sorprenderá a amanecistas y adláteres. Siente uno la tentación de reproducir algunos párrafos y ahorrarse el trabajo de explicar lo que de inexplicable tiene esta fábula sobre un mundo no ya postapocalíptico, como en Total, sino postcapitalista... lo que para algunos no dejará de ser otra forma de apocalipsis.

Burla burlando, Cuerda desliza alguna alusión al realismo mágico -los sudamericanos volantes-, pero uno, al imaginarse el enfrentamiento entre los barraquistas y quienes quieren conservar su estatus, no ha podido menos que acordarse de los relatos de Cesare Zavattini y, sobre todo, de aquel "Diamo a tutti un cavallo a dondolo" que sirvió de base literaria a Milagro en Milán, y de aquellos pobres de solemnidad tan poco solemnes que Rafael Azcona llevó de de La Codorniz al Plácido de Berlanga. Influencias, por otra parte, que no se imponen sobre la materia narrativa sino que surgen de ella de manera natural, como expresión libre -y aquí sí que cabe por derecho el calificativo de surrealista tantas veces  asociado apresuradamente a sus películas- de un espíritu libre.

José Luis Cuerda:
Tiempo después
Logroño, Pepitas de calabaza, 2015
ISBN: 978-84-15862-35-2
144 págs.

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