Amparo (Rosita Arenas) es ambiciosa. Los hombres son como escalones por los que trepar en la escala social. Por desgracia, se ha enamorado de Pedro (Paco Rabal), un fotógrafo ambulante que la maltrata. Carlos (Antonio Vilar) ha llegado por fin al momento que llevaba esperando durante los últimos doce años: la empresa ha acaba de concederle la dirección de una importante factoría. Para conseguir este objetivo ha dejado de lado su matrimonio con Marta (Zully Moreno). Amparo muere accidentalmente cuando Carlos está en su apartamento. La policía busca a Pedro como principal sospechoso. Carlos es el único que puede exculparle. Marta le pide a su marido que lo haga, aunque eso suponga renunciar al puesto de dirección que tanto le ha costado conseguir. Los tres acuden a la casa del vigilante de la fábrica, donde Carlos espera convencer a Pedro de que abandone el país.
Pero, más allá de motivos argumentales, lo más interesante de La noche y el alba (José María Forqué, 1958) sea probablemente la elección de localizaciones naturales. Forqué, que ha estudiado algún curso de la carrera de Arquitectura antes de dedicarse al cine, dibuja cada personaje según los decorados que habita...
... del semisótano en un edificio de viviendas de nueva construcción en el que vive Amparo al refugio de Pedro en el Rastro madrileño, pasando por la moderna oficina donde tiene su sede la empresa de Carlos...
El encuentro entre vencedor y vencido tiene lugar en Ciudad Pegaso, modelo del urbanismo social segregatorio practicado a finales de la década de los cincuenta, siempre bajo la tutela de la iglesia.
En 1958 la Revista de Arquitectura daba cuenta del desarrollo del proyecto:
En la primera de estas fases se han construido 368 viviendas de obreros, 116 de técnicos, 10 de ingenieros y dos para sacerdotes. Las primeras se distribuyeron en 25 bloques de cuatro plantas y las restantes en dos plantas.
En esta primera fase se está terminando la iglesia (transformada en parroquia), con sus anejos y viviendas rectorales, y los servicios comunes de mercado y escuelas, provisiones, cantina, etc., que han de formar el núcleo principal de la zona próxima a la carretera. [...] En la zona ocupada por las casas de ingenieros se ha construido una amplia residencia para huéspedes distinguidos, y que en la actualidad se piensa transformar en residencia social.
En la segunda fase, y en la parte más alta de los terrenos de la Empresa Nacional de Autocamiones, S.A., donde no ha sido posible situar edificación alguna por prohibirlo las Ordenanzas de la Dirección General de Protección de Vuelos, se construirá la zona de deportes, en la que van enclavados dos piscinas (mayores y niños), campo de fútbol, tenis, baloncesto, frontón y bolera, así como los depósitos de agua, que con su estación depuradora abastecen al poblado.
Las viviendas a construir en la segunda fase son 420, distribuidas en dos bloques de cuatro plantas y otros dos de siete. También se proyectan 18 viviendas para ingenieros en bloques de tres plantas; un grupo escolar de 18 clases, para niños y niñas, así como un cinematógrafo. [https://www.coam.org/es/fundacion/biblioteca/revista-arquitectura-100-anios/etapa-1946-1958/revista-nacional-arquitectura-n201-Septiembre-1958]
La nueva factoría en construcción es uno de los emblemas del desarrollismo que los ministros opusdeístas —Mariano Navarro Rubio (Hacienda) y Alberto Ullastres (Comercio)— imponen en el renovado gobierno franquista de 1957.
Sirva esta aproximación tangencial a la obra de Forqué de preámbulo al repaso de toda su filmografía, que tendrá lugar a lo largo de las próximas semanas.
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