Publicado también en Circo Méliès
En 1960, Arturo Castilla y Manuel Feijoó se hicieron cargo del Price, en la madrileña Plaza del Rey. En su tercera temporada al frente del coliseo, decidieron montar un gran espectáculo musical, aprovechando un espacio escénico cuya capacidad desbordaba la de cualquier otro teatro de Madrid. Fue así como nacieron Historias del cuplé con Carlos Acuña en 1962, Las luces de Madrid con Mary Santpere y Ángel de Andrés en 1963 y 1964, y De América a España con Estrellita Castro en 1965.
Y en 1966, el “más difícil todavía”: reúnen los mejores números de variedades en De Madrid al cielo que alcanza las quinientas representaciones aguantando ocho meses en cartel y, a decir de la publicidad, con llenos diarios. En cabeza de cartel, Marujita Díaz, aún recordada por su trabajo en Pelusa (Javier Setó, 1960). Volveremos con ella, pero antes echemos un vistazo al resto del elenco... Ángel de Andrés interpreta a un bombero escénico que irrumpe en el espectáculo a golpe de improvisación. El cantante Javier Fleta, hijo del célebre tenor Miguel Fleta, ejerce de jefe de pista. La tiradora franco-canadiense Eva Miller ejecuta sus números de puntería en un miniespectáculo del Lejano Oeste. Luis Sánchez Polack “Tip” ejecuta un número que hoy sería trending topic anatemizado, pues “alérgico” a las fieras pretende amaestrar en cada sesión “a un grupo de mujeres”. Y luego están la pareja cómica Rafael Barry y Tony Jadell, la vedette Mary Alex, el ballet acrobático de las Digger Girls, el grupo de baile español de Alberto Portillo... y hasta cien atracciones internacionales.
Para poner en pie De Madrid al cielo la empresa Feijoó-Castilla ha contado con un libreto del propio Arturo Castilla en colaboración con Blanca Flores, con los figurines del cotizado Pepito Zamora, con los compositores Daniel Montorio y García Segura y la dirección artística del televisivo Fernando García de la Vega, responsable en TVE del popular espacio juvenil Escala en Hi-Fi. El libreto recrea algunos hechos resonantes de la historia de la capital: la primera ascensión de un globo aerostático —“de Madrid al cielo... y un agujerito para verlo”, reza el dicho castizo—, el 2 de mayo de 1808 o el primer viaje del ferrocarril Madrid-Aranjuez. Todo ello, en mitad de trucos, efectos y fuentes luminosas y plataformas que se elevan y cascadas en la pista.
Volvamos ahora con Marujita Díaz porque este espectáculo constituye su presentación en vivo ante el público después de sus dos rupturas sentimentales consecutivas con Espartaco Santoni y Antonio Gades. Con el primero ha tenido una productora y han protagonizado juntos cuatro o cinco películas dirigidas por Javier Setó. Luego, una película en Argentina dirigida por Ramón Viñoly Barreto que más suena a huida que a otra cosa. Un regreso por todo lo alto, porque, amén de cantar unos cuantos temas en De Madrid al cielo que quedarán plasmados en un disco homónimo, se lanza a montar en la diminuta bicicleta de Ramper. Todo un homenaje a la historia del circo español en general y del Price en particular:
—Me ha costado trabajillo aprender a montarla —declaraba Marujita en el ensayo general—. Esta misma tarde me he caído “espatarrá”. Pero todo lo doy por bien empleado en memoria del pobre Ramón, un artista excepcional del que debemos tomar ejemplo. [Pueblo, 116 de abril de 1966]
Para promocionar semejante alarde escénico-lírico-cinematográfico-circense “para todos los públicos” los empresarios deciden publicitar el espectáculo como “teatrorama”: un mixto de teatro de variedades y el colosalismo del Cinerama. Y para que no falte de nada, cada función arranca con la proyección de un supuesto Noticiario madrileño, que aprovecha el formato, la locución y (probablemente) el archivo de No-Do para homologar al Price con el resto de los teatros de Madrid y, de paso, poner al espectador en situación. Este experimento multimedia se puede ver aquí: https://www.rtve.es/play/videos/archivo-historico/noticiario-madrileno/2933115/
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