domingo, 29 de octubre de 2023

mike rand y ted frazer, superagentes olvidados

Cuando uno elaboró el canon de las películas españolas de superagentes para redactar Operación Torremolinos: El cine español de superagentes (1965-1967) (La Biblioteca de la Abadía, 2001) trabajó con un corpus de más de un centenar de producciones que, aplicando criterios estrictos y descartando parodias, grandes golpes encomendados por servicios secretos, enmascarados y cintas ambientadas en la II Guerra Mundial, quedó reducido a sesenta y siete títulos detallados a continuación por orden alfabético:

Agente 003 Operación Atlántida / Agente S03 Operazione Atlantide (Domenico Paolella, 1965)
Agente 3S3 Pasaporte para el infierno / Agente 3S3: Passaporto per l'inferno / Agent 3S3, passeport pour l’enfer (Sergio Sollima, 1965)
Agente End / Sicario 77, vivo o morto (Mino Guerrini, 1966)
Agente X 1-7 Operación Océano / Agente X 1-7 Operazione Oceano (Tanio Boccia, 1965)
Agente Z-55, misión Hong Kong / Agente Z 55 missione disperata / Agent Z-55, mission désespérée (Roberto Bianchi Montero, 1965)
Amenaza Black Box / Black Box Affair - Il mondo trema (Marcello Ciorciolini, 1966)
Anónima de asesinos / Jerry Land, cacciatore di spie / Waterliste zur Hölle  (Juan de Orduña, 1966)
As de pic Operación Contraespionaje / Asso di Picche Operazione Controspionaggio (Nick Nostro, 1965)
Atraco al hampa / Le Vicomte règle ses comptes / The Viscount: furto alla Banca Mondiale (Maurice Cloche, 1967)
Cartas boca arriba / Cartes sur table  (Jesús Franco, 1965)
001 Operación Caribe / A 001 Operazione Giamaica / Scharfe Schüsse auf Jamaika  (Ernst Ritter von Theumer, 1965)
087 Misión Apocalipsis / Missione Apocalisse (Guido Malatesta, 1967)
Chinos y... minifaldas / Der Sarg bleibt heute zu (Ramón Comas, 1968)
Cifrado especial / Cifrato speciale / Message chiffré   (Pino Mercanti, 1966)
Comando de asesinos / Sechs Pistolen jagen Professor Z / Fim-de-semana com a morte (Julio Coll, 1966)
Con la muerte a la espalda / Con la morte alle spalle / Typhon sur Hambourg (Alfonso Balcázar, 1967)
Consigna: Tánger 67 / Requiem per un agente segreto / Der Chef schickt seinen besten Mann  (Sergio Sollima, 1966)
Demasiadas mujeres para Layton / Carré de dames pour un as / Layton... bambole e karatè (Jacques Poitrenaud, 1966)
Destino: Estambul 68 / Occhio per occhio, dente per dente (Miguel Iglesias, 1967)
En Ghentar se muere fácil / A Ghentar si muore facile (León Klimovsky, 1967)
Entre las redes / Coplan ouvre le feu à Mexico / Moresque obiettivo allucinante (Riccardo Freda, 1967)
Espia… ndo (Francisco Ariza, 1967)
Los espías matan en silencio / Le spie uccidono in silenzio (Mario Caiano, 1966)
Estambul 65 / L’homme d’Istambul / Colpo grosso a Galata Bridge (Antonio Isasi-Isasmendi, 1965)
Un golpe de mil millones / Un colpo da mille miliardi / Intrigue à Suez (Paolo Heusch, 1966)
Gran Dragón, espía invisible / Le spie amano i fiori (Umberto Lenzi, 1966)
Hagan juego, señoras / Faites vos jeux, mesdames (Marcel Ophuls, 1965)
El hombre de Caracas / Acción en Caracas / Il coraggioso, lo spietato, il traditore  (Juan Xiol Marchal y Edoardo Mulargia, 1967)
El hombre del golpe perfecto / L'uomo del colpo perfetto (Aldo Florio, 1967)
Kiss Kiss Bang Bang / Kiss Kiss Bang Bang (Ducio Tessari, 1966)
Lucky, el intrépido / Agente speciale L.K.: operazione Re Mida / Lucky M. füllt alle Särge (Jesús Franco, 1967)
El magnífico Tony Carrera / Il magnifico Tony Carrera / Carrera - Das Geheimnis der blonden Katze (José Antonio de la Loma, 1968)
Marc Mato, agente S-077 / S.077 spionaggio a Tangeri (Gregg Tallas, 1965)
María Chantal contra el doctor Kha / Marie Chantal contre Dr. Kha (Claude Chabrol, 1965)
Mercancía humana / Agente Sigma 3 Missione Goldwather (Gian Paolo Callegari , 1967)
Mike Gold desafía a la muerte / Si muore solo una volta / Man stirbt nur einmal (Giancarlo Romitelli, 1967)
Misión en Ginebra / Feuer frei auf Frankie / Per 50.000 maledetti dollari  (José Antonio de la Loma, 1967)
Misión especial en Caracas / Mission spéciale à Caracas (Raoul André, 1965)
Misión Lisboa / Da 077 Intrigo a Lisbona / 077 intrigue à Lisbonne  (Tulio Demicheli, 1965)
Mister Dinamita: Mañana os besará la muerte / Mister Dynamit: Morgen Küsst Euch der Tod (Franz Josef Gottlieb, 1967)
MMM 83 / Missione Morte Molo 83 / Objectif Hambourg mission 083 (Sergio Bergonzelli, 1966)
La muerte espera en Atenas / Agente 077 missione Bloody Mary / Opération Lotus Bleu  (Sergio Grieco, 1965)
Nido de espías / Il raggio infernale (Gianfranco Baldanello , 1967)
Nuestro agente en Casablanca / Il nostro agente a Casablanca  (Tulio Demicheli, 1966)
O.K. Stuchensko / Somebody's Stolen  Our Russian Spy (James Ward y José Luis Madrid, 1968)
Operación Goldman / Operazione Goldman (Antonio Margheriti, 1966)
Operación Lady Chaplin / Missione spéciale Lady Chaplin (Alberto de Martino, 1966)
Operación Mogador / Password: Uccidete agente Gordon (Sergio Grieco, 1966)
Operación Póker: Agente OS-14 / Operazione Poker  (Osvaldo Civriani, 1965)
Operación Silencio / Baraka sur X 13 / Agente X-77 Ordine di uccidere  (Silvio Saino, 1966)
Orden: FX-18 debe morir / Agent Secret FX 18 / Uccidete agente segreto 777 Stop  (Maurice Cloche, 1964)
París-Estambul sin regreso / Agente 077 dall'Oriente con furore / Fureur sur le Bosphore (Sergio Grieco, 1965)
Persecución a un espía / Corrida pour un espion / Der Spion, der in die Hölle ging (Maurice Labro, 1965)
Residencia para espías (Jesús Franco, 1966)
Rififí en Ámsterdam / Rififi ad Amsterdam (Sergio Grieco, 1966)
S-077, Operación relámpago / Agente Logan: Missione Ypotron  (Giorgio Stegani, 1966)
Secretísimo / Segretissimo  (Fernando Cerchio, 1967)
SID contra Kocesky / Colpo sensazionale al servizio del Sifar  (José Luis Merino, 1968)
Siete minutos para morir / Agente Howard 7 minuti per morire (Tito Fernández, 1966)
Singapur hora cero / Goldsnake Anonima Killers / Mission suicide à Singapour  (Ferdinando Baldi, 1966)
El Solitario pasa al ataque / Le Solitaire passe à l'attaque  (Ralph Habib, 1966)
Técnica de un espía / Tecnica di una spia  (Alberto Leonardi, 1966)
Técnica para un sabotaje / Tecnica per un massacro (Roberto Bianchi Montero, 1967)
El Tigre se perfuma con dinamita / Le Tigre se parfume à la dynamite (Claude Chabrol, 1965)
Trampa bajo el sol / Train d’enfer (Gilles Grangier, 1965)
3S3 agente especial / Agente 3S3 massacro al sole / Agent 3S3 massacre au soleil (Sergio Sollima, 1966)
Z-7 Operación Rembrandt / Mark Donen Agente Zeta 7 / Rembrandt 7 antwortet nicht (Gian Carlo Romitelli, 1966)

Inexplicablemente, de este largo listado se nos escapó El Cobra / Il Cobra (Mario Sequi, 1967). Inexplicablemente porque no entra en ninguna de las excepciones mencionadas y porque es una coproducción irrefutable entre la Italiana International Film y la madrileña PEFSA (Productores Exhibidores Films, S.A.). Ésta aporta al equipo técnico al compositor Antón García Abril, al director de fotografía Luis Enrique Torán, al montador Pedro del Rey y al decorador Adolfo Cofiño. En cambio, en el reparto apenas hay dos papeles medianamente relevantes para Jesús Puente y Elisa Montés. En total la aportación española se reduce a un 30% por lo que la parte italiana se queda con los derechos de distribución para todo el mundo, salvo para Portugal, que queda en manos de PEFSA.

Las fichas técnicas nos dicen que los decorados se construyeron en Cincittà y que los exteriores se rodaron en Estambul y Beirut, dos de los escenarios más habituales en el ciclo euroespionístico. Este trabajo de localización y el aprovechamiento que del mismo hace Mario Sequi es uno de los aspectos más interesantes de la cinta, que sitúa en las instalaciones de una refinería las escenas finales. Porque el macguffin es el opio procedente de la China comunista que llega a Estados Unidos a través de Oriente Próximo. El incremento del consumo de drogas en la sociedad en general y en los ambientes universitarios en particular ha puesto alerta a la correspondiente agencia estadounidense, a cuyo frente se encuentra el capitán Kelly (Dana Andrews). Mike Rand (Peter Martell) descubrirá el modo en el que un archivillano enmascarado, conocido como “El Cobra”, logra que la droga llegue al Mediterráneo y, desde allí, cruce el Atlántico. El villano la introduce en cilindros que recorren los cuatrocientos cincuenta kilómetros de desierto a través de un oleoducto. Las llegadas de los cargamentos y sus futuros destinos se establecen gracias a una clave secreta cuya cifra son unos crisantemos negros. Rand se entera de ello al descubrir que Lou (Anita Ekberg), la atractiva propietaria de un salón de belleza en Estambul es adicta y que obedece ciegamente a “El Cobra” a cambio de su dosis y que el centro de distribución local es el night-club Alcázar. La firmeza de la negativa de Mike a que ella se chute después de una noche de amor resulta más que suficiente para que Lou deje este feo vicio, que por otra parte, no ha ocasionado el más mínimo deterioro en su magnífico físico. Con qué autoridad moral le afea el agente su conducta a la heroinómana es harina de otro costal. Porque el agente Mike Rand es un alcohólico irrecuperable. Algo tiene que ver la muerte de la mujer que amaba a manos de la organización de “El Cobra”. Pero lo uno no quita lo otro y Rand trasiega whisky barato con más contumacia que Bond el Martini vodka agitado, no revuelto. Ésta es la otra gran singularidad de la cinta: su protagonista es un superagente capaz de cambiar la pistola por un par de botellas de alcohol, va siempre con barba de tres días y se pasa la película en vaqueros y con una camiseta sucia. Un nuevo golpe de caracterización bizarro lo constituye el hecho de que los hombres de Kelly acudan al desierto de Jordania para asaltar la refinería bajo la cobertura de un equipo de jugadores de golf.

En la copia que hemos podido ver —doblada en francés y titulada Le Venin— falta la escena en la que Rand se encama con Lou. El salto es evidente, pero resulta difícil saber si se debe a una anomalía de la copia o a un corte de censura. El departamento correspondiente de la administración italiana accedió a concederle en nihil obstat para todos los públicos a cambio de que el realizador y el productor amputaran diez metros del baile exótico que tiene lugar en el Alcázar. 

En Madrid se estrenó el 28 de junio de 1968 en el Palacio de la Música y el Benlliure con copias en 70mm. En el cine de la Gran Vía aguantó veinticuatro días, aunque algunos reseñistas adjudicaban la permanencia en cartel a lo atractivo del reparto y a la refrigeración de la sala en pleno estío, antes que a los logros en su realización en un momento en el que las pantallas de la capital estaban saturadas de agentes con licencia para matar. Como hemos apuntado, su principal atractivo reside en las tres o cuatro anomalías que atesora con respecto a los demás pseudobonds.

Lo del agente Ted Frazer no fue un olvido. Lo que ocurrió es que Un golpe de mil millones / Un colpo da mille miliardi / Intrigue à Suez (Paolo Heusch, 1966) era totalmente inaccesible. En el tiempo transcurrido desde la edición han aparecido en la red dos copias con una calidad bastante pobre. La primera de ellas, de la versión española con el formato anamórfico absolutamente recortado y una calidad de imagen ínfima; la segunda, algo mejor pues al menos respeta el formato, de la versión francesa: Intrigue à Suez. Pero esta copia presenta amputaciones de metraje en torno a los diez minutos, aparentemente aleatorias, ya que no tienen que ver ni con en contenido erótico o violento de las secuencias suprimidas ni, a veces, afectan a escenas completas. En cualquier caso, el texto que le dedicamos a la película en Operación Torremolinos, se queda corto:

Las credenciales del californiano Rick Van Nutter para encarnar al agente especial Ted Frazer en la tercera producción pseudobondista de Atlántida, Un golpe de mil millones / Un colpo da mille miliardi / Intrigue à Suez (Paolo Heusch, 1966), son incuestionables: ha sido Felix Leiter en Operación Trueno [Thunderball, Terence Young, 1965]. Su apostura física, su matrimonio con Anita Ekberg y su paso por otros subgéneros del cine italiano de la década de los sesenta empalidecen cuando se comparan con su pedigrí bondiano. Frazer debe viajar a Estambul —cómo no— para localizar a dos de los supervivientes de un accidente nuclear. Detrás de su secuestro está el armador Theopoulos (Eduardo Fajardo), dispuesto a provocar el colapso del mercado petrolífero haciendo estallar un crucero con un reactor nuclear en el Canal de Suez. La hijastra del empresario (Marilù Tolo) se enamora de Frazer y juntos intentarán impedir que el villano lleve a cabo su maquiavélico plan. [Santiago Aguilar: Op. cit., págs. 64-65.]

Nos extendíamos luego en la situación geopolítica en torno al canal cuando la película se rodó y cuando se estrenó en España. Pero más allá de esta circunstancia, que atañe a la trama del último acto y del protagonismo de Van Nutter, Un golpe de mil millones resulta al mismo tiempo mucho más y mucho menos interesante que lo que la sinopsis sugiere. Para empezar, el guión —atribuido a Fulvio Gicca, José Luis Jerez Palli y Pierre Lévy, a partir de un argumento del primero— va dando bandazos: las vías abiertas funcionan por acumulación, no por un encadenamiento lógico (o dramático) de causas y efectos. La cinta arranca con un accidente en el astillero supersecreto donde se está construyendo el buque nuclear estadounidense Shannon. Dos de los principales afectados son Shelby (Massimo Pietrobon) y Fulton, que sobreviven gracias a un tratamiento experimental. Durante su traslado a otro hospital los moribundos son secuestrados. Sin embargo, seis meses más tarde Fulton está vivito y coleando en el Bósforo y pretende ponerse en contacto con los servicios secretos de su país a fin de revelarles el secreto para resucitar a los afectados por los rayos gamma. Frazer (Van Nutter) debe localizar a Shelby en Estambul, donde frecuenta un antro llamado El Paraíso Terrenal. Ya se sabe: hachís, heroína, prostitución, bailarinas de vientre... 


El agente conoce allí a Prinzi (Marilù Tolo), la hijastra del armador Theopoulos (Eduardo Fajardo). Gracias a ella, accede a la isla privada en la que vive el magnate al que inmediatamente identifica con el mítico Rashid Adin Sinan, el Viejo de la Montaña que en el siglo XI comandaba la secta de los Hashashin (Asesinos) cuya voluntad sometía gracias al cannabis. Bueno, pues algo parecido hace Theopoulos con su hijastra, a la que suministra heroína y viola sistemáticamente desde que falleciera su madre, cuando ella tenía catorce años. Sin embargo, esta situación de abuso, maltrato y semiincesto no parece que provocara especial suspicacia entres los censores de los tres países implicados en la coproducción. En Italia se decidió prohibirla para menores de catorce años por...

el ambiente en el que se desarrollan las escenas relativas a los encuentros entre los dos protagonistas en la sala denominada El Paraíso Terrenal, en el yate que sirve de refugio al protagonista y en otros lugares, así como las escenas con imágenes provocativas y sugerencias morbosas o, como poco, excitantes. [Expediente de censura de Un colpo da mille miliardi, 8 de agosto de 1966, en Italia Taglia: https://www.italiataglia.it/]

En España, donde la cinta queda vetada a los menores de dieciocho años, la sinopsis oficial califica a Prinzi de “viciosa y drogada”. [Cine español 1967. Madrid: Uniespaña, 1967, pág. 305.]

Pero con ser un estuprador y un terrorista que pretende bloquear el Canal de Suez mediante la explosión del buque nuclear, Theopoulos no es el único villano de la función. No siquiera es al que tendrá que enfrentarse Frazer en el clímax de la cinta. Se nos habían quedado dos cabos sueltos: cómo volvieron a la vida los dos afectados por los rayos gamma después de estar clínicamente muertos y qué objetivo tiene su resurrección. Para resolver nuestra primera duda nada mejor que recurrir a un científico de los campos de exterminio nazis con un hospital privado en Estambul. He aquí al segundo archivillano: el doctor Gottlieb (Philippe Hersent), armado con un rayo láser que a punto está de acabar con la vida de Frazer. Aparece entonces el único gadget con el que han equipado al superagente: un contador Geiger miniaturizado escondido en su reloj de pulsera. Su comparecencia llama precisamente la atención sobre la ausencia de uno de los motivos centrales del filón, impuesto por el modelo 007: la nueva tecnología al filo de la fantaciencia. La otra característica propia de la película de Heusch es la absoluta falta de autoironía, consustancial también tanto al ciclo original como a unas producciones que suelen suplir con humor la falta de presupuesto. Las limitaciones de Rick Van Nutter para sostener todo el peso de la película hacen destacar aún más esta omisión.


Pero vamos con el tercer villano, el propio Shelby que, condenado por la muerte de Gottlieb, que lo mantenía con vida, y liquidado Theopoulos, decide seguir con la reacción nuclear del Shannon por su cuenta y riesgo, convertido en una suerte de zombi megalómano dispuesto a vengarse de toda la humanidad. Por fin hemos llegado al punto que destacaban todos las sinopsis y que parece haber sido el motor de la historia. Acaso por ello, todo lo demás han sido prolegómenos y de ahí la línea derivativa del argumento y la incorporación y desaparición de personajes conforme conviene a la acción, que no a la construcción del relato.

A pesar de que el grueso de la historia se desarrolla en Estambul y el aeropuerto de dicha ciudad, el puente de Gálata y el hotel Hilton Istanbul Bosphorus son claramente identificables, los créditos de la copia española nos informan de que los exteriores se rodaron en Egipto, Madrid y Alicante, en tanto que los interiores se construyeron en los estudios romanos Elios y en los madrileños Ballesteros.

Tras su estreno el 24 de julio de 1967, Un golpe de mil millones permanece veinticinco días en la cartelera del madrileño cine Avenida. Todavía en 1972 sigue circulando por salas de programa doble.

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